El objetivo de todo transcreador consiste en suscitar las mismas sensaciones en el mercado de destino que en el original y crear mensajes locales que resulten persuasivos y motivadores.
Transcreación
El objetivo de todo transcreador consiste en suscitar las mismas sensaciones en el mercado de destino que en el original y crear mensajes locales que resulten persuasivos y motivadores. A la hora de lanzar un producto o servicio en un país nuevo, el proceso de preparación y planificación es necesariamente complejo y meticuloso.
En los últimos años, uno de los componentes prioritarios de todo plan de ese tipo es lo que ha venido a llamarse transcreación: «el proceso de adaptar un mensaje del idioma y el país o región originales, pero manteniendo su intención, tono y valor global de marca». Se trata de una mezcla de redacción creativa y traducción creativa. El mensaje transcreado en el idioma de destino suscita las mismas emociones y comunica el mismo significado que en el idioma original.
Para comprender plenamente en qué consiste la transcreación, debemos plantearnos cuatro de las preguntas clásicas del periodismo: quién, qué, cuándo y por qué.
¿Quién transcrea?
Nuestros transcreadores son hablantes nativos del país en el que desea lanzar su nuevo producto o servicio. Dominan el idioma de origen con un nivel de experto y están plenamente inmersos en la cultura, las tendencias y la jerga actual locales.
Se toman como una cuestión de honor la tarea de comprender plenamente la imagen de marca y el mensaje que su empresa desea trasladar a la población y el mercado locales. Saben qué funciona y qué no. Y, lo que es más importante, tienen la capacidad de trasladar el mensaje original en su idioma local y de generar entre sus futuros consumidores el tipo de sensaciones que desea que estos tengan sobre usted y los productos o servicios que ofrece. Comprenden las necesidades, las emociones y las aspiraciones de sus audiencias de destino y, por consiguiente, el mensaje transcreado toca exactamente la fibra adecuada para conquistar el corazón del consumidor. De este modo, le ahorran los errores de bulto o las situaciones embarazosas de carácter cultural que podrían darse por el desconocimiento de cuestiones culturales delicadas.
¿Qué debo proporcionar para que se transcreen mis materiales de marketing?
- Información sobre sus metas y valores, su producto o servicio, la imagen de marca, los planes comerciales y de marketing (los objetivos que explican lo que desea lograr, la definición de los públicos de destino, la estrategia que sintetiza su metodología general y la forma en que logrará sus objetivos, así como las acciones concretas) para penetrar en el mercado, los documentos base, los materiales de marketing anteriores e información general sobre su empresa.
- Estudios de mercado sobre el mercado de destino. Cada mercado es único: lo que funciona en un país podría no funcionar en otro, lo cual también puede suceder aunque las distintas audiencias hablen el mismo idioma.
- ¡Tiempo! Su transcreador necesita un plazo de ejecución suficiente para llevar a cabo el proceso creativo (lo cual resulta esencial para desarrollar los materiales de marketing más adecuados), ya que tendrán que leer y reformular el nuevo texto varias veces hasta que el resultado producido les satisfaga plenamente.
¿Cuándo debería optar por la transcreación?
Desde el momento en que desee que su mensaje de promoción de su marca repercuta de forma directa e instantánea sobre el público de destino. Se trata del primer paso para generar una conciencia, una percepción y unas posibles ventas nuevas. La reacción del público será positiva porque el mensaje es totalmente claro y el producto parece ser justo lo que siempre ha necesitado. Su experto en el idioma (su transcreador) habrá entregado el resultado perfecto: un lanzamiento con éxito en el mercado de destino.
¿Por qué debería optar por la transcreación en lugar de la traducción?
La traducción tiende a pegarse más al idioma original y resulta más adecuada para contenidos narrativos directos o instructivos. Tales textos están diseñados simplemente para guiar o informar, y priman la precisión y la claridad.
Por su parte, la transcreación se centra completamente en las reacciones emocionales ante un mensaje o una marca. El objetivo de todo transcreador consiste en suscitar las mismas sensaciones en el mercado de destino que en el original y crear mensajes locales que resulten persuasivos y motivadores (es decir, que alienten un comportamiento concreto entre la audiencia). Los mejores transcreadores emplean su licencia artística y su libertad para superar este complejo reto.